Buscando la luz
Reflexiones creyentes


Inicio
Enviar artículo

Acerca de
Suscríbete al blog

Categorías
General [4] Sindicar categoría
Comentarios al Evangelio [747] Sindicar categoría
Reflexiones creyentes [42] Sindicar categoría
Testimonios [6] Sindicar categoría
Textos [8] Sindicar categoría

Archivos
Mayo 2010 [5]
Abril 2010 [5]
Marzo 2010 [7]
Febrero 2010 [6]
Enero 2010 [16]
Diciembre 2009 [22]
Noviembre 2009 [19]
Octubre 2009 [19]
Septiembre 2009 [6]
Agosto 2009 [8]
Julio 2009 [4]
Junio 2009 [15]
Mayo 2009 [20]
Abril 2009 [25]
Marzo 2009 [24]
Febrero 2009 [22]
Enero 2009 [24]
Diciembre 2008 [27]
Noviembre 2008 [24]
Octubre 2008 [26]
Septiembre 2008 [17]
Agosto 2008 [24]
Julio 2008 [23]
Junio 2008 [30]
Mayo 2008 [30]
Abril 2008 [30]
Marzo 2008 [31]
Febrero 2008 [29]
Enero 2008 [31]
Diciembre 2007 [31]
Noviembre 2007 [29]
Octubre 2007 [31]
Septiembre 2007 [25]
Agosto 2007 [20]
Julio 2007 [30]
Junio 2007 [31]
Mayo 2007 [29]
Abril 2007 [12]

Sindicación (RSS)
Artículos
Comentarios

 


Santa María, Madre de Dios

Lc 2, 16-21

En aquel tiempo los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho. Al cumplirse los ocho días tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

 

José María Castillo en http://www.somosiglesiaandalucia.net/spip/spip.php?article1309

 

1. Lo primero que aquí llama la atención es que, para celebrar la fiesta de la Madre de Dios (nada menos que eso), la liturgia nos recuerda que Dios vino a este mundo en circunstancias, no sólo humildes, sino vergonzosas. Nació en un “establo”. Eso significa en el evangelio de Lucas la palabra phatnê (Lc 13, 15). Y lo acompañaron unos “pastores”, que no eran vistos como “pobres”, sino como “ladrones” y “tramposos”, gente despreciable. Estaba prohibido comprarles lana, leche o cabritos (J. Jeremias).

2. Se sabe que, para las gentes del s. I, el valor supremo no era el dinero, sino el honor. El Dios de Jesús se presenta en este mundo despojado de ambas cosas. El Dios de Jesús no aparece en el mundo revestido de poder y majestad. Ni puede ser representado por quienes van por la vida revestidos de poder y majestad. Los pobres que no encuentran posada (María, José), los tramposos despreciables (pastores) son los que dan “gloria y alabanza” a Dios.

3. El nombre de “Jesús” significa “Yahvé salva”. En aquella cultura, el nombre definía a la persona. O sea, Jesús es “salvación” (cf. Lc 2, 11; 2, 30-31). La lección es clara: la salvación no está en el capital, el poder y el honor. Está en aquello que el sistema desprecia: lo que representan María, José y los pastores. El capital, el poder y el honor nos han metido en la crisis que brota de la codicia. La solución no está en recomponer el sistema, sino en recuperar el Evangelio.

 

Por María Consuelo Mas y Armando Quintana - 1 de Enero, 2010, 10:10, Categoría: Comentarios al Evangelio
Enlace Permanente | Referencias (0)




<<   Enero 2010  >>
LMMiJVSD
        1 2 3
4 5 6 7 8 9 10
11 12 13 14 15 16 17
18 19 20 21 22 23 24
25 26 27 28 29 30 31

Enlaces
eGrupos
ZoomBlog

Otros blogs
Para ser diferentes
Pequeñas semillitas
Restauración de lo alto
Testigos del Evangelio

 

Blog alojado en ZoomBlog.com