Mateo 18,1-5.10.
En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle:
"¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?".
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos
y dijo: "Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no
entrarán en el Reino de los Cielos.
Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en
el Reino de los Cielos.
El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo.
Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro
que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre
celestial.
Sus ángeles en el cielo están viendo siempre el rostro de Dios. Hoy, que celebramos el día de los Angeles Custodios, se nos pone delante la imagen de un niño , con todo lo que el niño lleva consigo de espontaneidad, de alegría, de compañía, de ternura, de sonrisa, de sentirse bien a su lado, de búsqueda de consuelo. Igual es que tenemos ángeles con nosotros, en la familia o entre los vecinos o en el parque que da a nuestra vivienda o cuando nos tropezamos con ellos en la calle, y miran hacia nosotros sonriéndonos, y no nos damos cuenta. Esos son los más grandes en el Reino, se nos dice.
Hacernos como niños puede que sea también ser ángeles custodios para los demás. Al menos saludando cuando entramos en un sitio o sonriendo cuando nos encontramos al vecino en la escalera.
Valentín Arteaga nos recuerda ese milagro de poder entenderlo cada uno, con el color de su alma en este día. En uno de sus textos que titula "Deseo" dice:
D E S E O
Sencillo quiero ser como Tú eres.
El alma tansparente como el día.
La voz sin falsear, y la mirada
profunda como el mar pero serena.
No herir, pero inquietar a cada humano
que acuda a preguntarme por tus señas.
Amar, amar, amar, darme a mí mismo
de balde cada día y sin respuesta.
Ser puente y no llegada, ser camino
que se anda y que se olvida, ser ventana
al campo de tus ojos y quererte.
Descanso quiero ser, vaso de vino
de Dios para los hombres cuando vengan
con polvo sobre el alma de buscarte.
Algo de todo ello es ser como niño, es ser ángel para los demás. Con ese deseo, reflexionemos hoy el texto evangélico del día, siendo puentes o caminos, pero no llegadas.
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