(Mt 28,8-15): En aquel tiempo, las mujeres partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos. En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Dios os guarde!». Y ellas se acercaron a Él, y abrazándole sus pies, le adoraron. Entonces les dice Jesús: «No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán».
Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado. Estos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados, advirtiéndoles: «Decid: ‘Sus discípulos vinieron de noche y le robaron mientras nosotros dormíamos’. Y si la cosa llega a oídos del procurador, nosotros le convenceremos y os evitaremos complicaciones». Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones recibidas. Y se corrió esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy.
¡SEÑOR, RESUCÍTANOS!
CARMEN ILABACA H., ccbilabaca@hotmail.com
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ECLESALIA, 13/04/09.- La presencia de las mujeres en el seguimiento a Jesús fue hasta la Cruz como algunos de sus discípulos... pero siguieron más allá y también se hicieron presentes en la resurrección...
Los textos de estos días deben resonar muy fuertemente en las mujeres, pues nos hacen sentir partícipe de la misión del Resucitado y su Causa: Reino de Vida, de Justicia, de Amor y de Paz.
Y, yo... soy Mujer.
El camino al Gólgota de hoy pide a las mujeres que siguen a Jesús la misma fuerza y tenacidad ante el sufrimiento y la humillación por los Pilatos y Judas de esta época.
En pleno siglo XXI debemos las mujeres afirmarnos en la fe y con fuerza y coraje enfrentar esta “dejada de lado” en cargos y responsabilidades eclesiales.
Tenemos tanto que dar las mujeres en la iglesia católica, tal como lo hicimos en el seguimiento a Jesús hace ya dos mil años. Pero, hoy aún existen Judas y Pilatos que se lavan las manos dejando de lado la participación de la mujer en esta iglesia universal.
¿Qué nos diría Jesús en el camino al calvario este año? “Resistan y lleguen hasta donde quieren llegar”. Yo no pretendo ser sacerdote, sino que exijo respeto a mi condición de mujer creyente. Además, en los tiempos de Jesús no había sacerdotes, sino un pueblo: una comunidad.
En el Nuevo Testamento se usa la palabra “sacerdote” cuando se refiere a Él y al pueblo en su conjunto, nunca lo hizo a hombres en forma individual. Dicen los textos que a partir del siglo IV esta palabra se hizo común en el pueblo cristiano.
Entonces, yo entiendo que Jesús dejó discípulos y apóstoles formando una gran comunidad donde había –obviamente- mujeres en que juntos servían a los demás.
Hoy, Señor Resucitado... nosotras las mujeres te sentimos vivo en nuestro corazón, tú ya nos reivindicaste. Jesús tenía razón. Dios está de parte de Jesús, Dios ha respaldado la Causa del Crucificado y las crucificadas de hoy. Jesús ha resucitado... ¡Vive! ¡Dios! ¡Padre/Madre!: ¡Resucítanos hoy también a nosotras en esta iglesia que Tú nos regalaste estando aún despojado de todo en la cruz... nos seguiste dando... nos diste a tu madre!
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