(Lc 6,12-19): En aquellos días, Jesús se fue al monte a orar, y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.
Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos.
El evangelio de hoy nos recuerda como Jesús antes de una decisión importante cual era la de elegir a sus doce apóstoles, como grupo abierto a la realidad del mundo, pasó la noche en oración. Es, pues, entre otras cosas una invitación a que hagamos lo mismo: a que sepamos orar, a que oremos, a que le dediquemos tiempo a la oración.
La reflexión adjunta de nuestro amigo Francisco, conocido en el mundo de la poesía como Audroc, nos puede ayudar a revisar cómo oramos y cómo deberíamos hacerlo.
Orar con fe:
Es confiar contra toda razón.-
Orar con fe:
Es no dejarse abrumar por lo que se ve,
confiando en lo que se espera.
Orar con fe es:
Creer más allá de cualquier resultado, porque SIEMPRE
Dios nos dará lo mejor, aún cuando nuestra mente
limitada no lo entienda.
Orar con fe es:
No dejarse arrastrar por malas noticias.
Orar con fe es:
No decaer internamente jamás.
Orar con fe:
Es la introspección absoluta de una convicción.
Orar con fe:
NO es pedir una cosa y esperar la contraria.
Orar con fe:
No es llorar lo inevitable.
Es confiar que lo IMPOSIBLE
puede ser POSIBLE.
Orar con fe es:
Poner la mente y el corazón en POSITIVO.
Orar con fe:
ES LA CONVICCIÓN QUE TODO ES POSIBLE PARA DIOS.
¿O no...?
Orar con fe:
ES NO ENTREGARSE JAMÁS
aceptando
la Voluntad de Dios SIEMPRE.
Donde la angustia nos vence, nuestra fe se ha entibiado.
¿ESTAREMOS ORANDO BIEN ...?
Audroc
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