Buscando la luz
Reflexiones creyentes


Inicio
Enviar artículo

Acerca de
Suscríbete al blog

Categorías
General [4] Sindicar categoría
Comentarios al Evangelio [747] Sindicar categoría
Reflexiones creyentes [42] Sindicar categoría
Testimonios [6] Sindicar categoría
Textos [8] Sindicar categoría

Archivos
Mayo 2010 [5]
Abril 2010 [5]
Marzo 2010 [7]
Febrero 2010 [6]
Enero 2010 [16]
Diciembre 2009 [22]
Noviembre 2009 [19]
Octubre 2009 [19]
Septiembre 2009 [6]
Agosto 2009 [8]
Julio 2009 [4]
Junio 2009 [15]
Mayo 2009 [20]
Abril 2009 [25]
Marzo 2009 [24]
Febrero 2009 [22]
Enero 2009 [24]
Diciembre 2008 [27]
Noviembre 2008 [24]
Octubre 2008 [26]
Septiembre 2008 [17]
Agosto 2008 [24]
Julio 2008 [23]
Junio 2008 [30]
Mayo 2008 [30]
Abril 2008 [30]
Marzo 2008 [31]
Febrero 2008 [29]
Enero 2008 [31]
Diciembre 2007 [31]
Noviembre 2007 [29]
Octubre 2007 [31]
Septiembre 2007 [25]
Agosto 2007 [20]
Julio 2007 [30]
Junio 2007 [31]
Mayo 2007 [29]
Abril 2007 [12]

Sindicación (RSS)
Artículos
Comentarios

 


Obras son amores

(Lc 6,43-49):  En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo y, a la inversa, no hay árbol malo que dé fruto bueno. Cada árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca.

»¿Por qué me llamáis: ‘Señor, Señor’, y no hacéis lo que digo? Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica, os voy a mostrar a quién es semejante: Es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa».

Con varios ejemplos y variadas formas Jesús nos viene a decir lo que desde el refranero popular se nos advierte, que “obras son amores y no buenas razones”. No necesita muchos comentarios el trozo evangélico de hoy. Bastaría leerlo despacio varias veces, saboreándolo, haciéndolo carne de nuestra carne, interiorizándolo, porque de lo que rebosa el corazón habla su boca. A esto que dice el Maestro es a lo que se debe llamar ser “ creyentes practicantes”. María, su Madre, también lo advierte en alguna ocasión: Hagan lo que El les diga. Y poco a poco, con prudencia, con todos los medios necesarios a nuestro alcance, como quien hace una casa, poco a poco, comenzando por los cimientos.

 

Son palabras, las del Maestro, ya conocidas. Por eso igual no nos impresionan. Pero, como siempre, claras y transparentes que salen al paso de posibles contradicciones en nuestro vivir. Los problemas que hay a nuestro lado y que está en nuestras manos colaborar un poco, por mínimo que fuere, para su solución no pueden esperar, porque nuestro corazón ha de rebosar en buenas obras. Podemos invocar su nombre, pero si no existen obras la casa estará mal construida, y a cualquier embestida del río, el agua se lo llevará todo. No basta conocer lo justo, es necesario también amar lo justo. Y hacerlo así: con amor, porque sin amor somos como campanas que hacen ruido. No mas.

Por María Consuelo Mas y Armando Quintana - 13 de Septiembre, 2008, 9:26, Categoría: Comentarios al Evangelio
Enlace Permanente | Referencias (0)




<<   Septiembre 2008  >>
LMMiJVSD
1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28
29 30      

Enlaces
eGrupos
ZoomBlog

Otros blogs
Para ser diferentes
Pequeñas semillitas
Restauración de lo alto
Testigos del Evangelio

 

Blog alojado en ZoomBlog.com