En España, de donde somos los autores de estos comentarios o reflexiones creyentes desde el Evangelio de cada día, es verano. Es un tiempo donde nos cambian las costumbres y los ritmos, y que sobre todo en la familia todo se hace diferente con las vacaciones. No podremos, pues, estar presentes todos los días en este espacio. Nuestros cuerpos también necesitan descanso, movimiento, otras habilidades para que nuestro espíritu también siga viviendo en armonía y equilibrio interior. Nos veremos aquí, pues, no todos los días, sino de vez en cuando, en los momentos en que ambos coincidamos, pues como saben no vivimos en la misma ciudad ni en la misma provincia. Hasta esos pequeños momentos que continúen luego con nuestro encuentro diario, salud y que el espíritu de fraternidad y de sentido evangélico que queremos imprimir en nuestras vidas nos acompañen también en los días de descanso
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