(Jn 15,18-21): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros.. Acordaos de la palabra que os he dicho: El siervo no es más que su señor. Pero todo esto os lo harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado».
Ser sal del mundo, ser luz, permanecer en su Palabra, si a Mi me han odiado a ustedes también, el siervo no es más que su señor, será a causa de mi nombre, son palabras que los textos evangélicos nos repiten con frecuencia, recordándonos nuestro compromiso y nuestro quehacer con los demás. El texto que hoy acompaña nuestra reflexión evangélica nos ayuda a ser consciente de nuestras debilidades al tiempo que profundiza en el contenido de aquellas cosas concretas o detalles que hemos de tener en cuenta en nuestro seguimiento de Jesús
Perdón amigo me equivoqué
Autor: P. Zezinho
A veces, por esforzamos en ser amigos, no lo somos...
Si té causé perplejidad, si te quité el sueño y la paz,
si mi reprensión fue demasiado dura,
si no supe darte la razón,
si para colocarme arriba, utilicé mi superioridad,
si exigí que me escucharas mientras que yo no lo hice,
si interrumpí demasiado nuestra conversación,
si fui demasiado severo en aquella "amada de atención,
si ocupé demasiado tu tiempo, si me interpuse entre otros amigos,
si no respeté tu privacidad,
si hice preguntas molestas,
si alguna vez te mentí,
si te oculté algún secreto,
si no te defendí,
si no te acerqué a Dios,
si llamé por teléfono, hablé o pregunté demasiado,
si de alguna manera, fui un pesado y un lastre, perdóname.
Hay veces, que, por esforzarnos demasiado en ser amigos podemos llegar a equivocarnos.
Y el amigo que se equivoca de dirección piensa más en si mismo que en los otros
Si hice eso, perdón. ¡Aprenderé a no ocupar tu vida!
|