(Jn 6,30-35): En aquel tiempo, la gente dijo a Jesús: «¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo». Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan». Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed».
Siempre andan haciendo contraposiciones entre el antes y el ahora, entre nuestros padres y esta época, entre Moisés y Jesucristo. Eso de que el viento les llevará, de que a vino nuevo odres nuevos, de los signos de los tiempos, de apertura al cambio, les costaba trabajo entender. Como si fueran de costumbres fijas. Es que siempre se ha hecho de tal forma. Como muchos de nosotros hoy en día que seguimos aferrado al siempre, a lo de antes, a la costumbre, al rito, a la tradición, y no sabemos discernir la paja del trigo. Pues en los siempre fue así, en los cientos de costumbres y miles de tradiciones suele haber mucho de paja y poco de trigo. En este caso, no hay que volver a Moisés, sino descubrir, dice Jesús, a mi Padre que es el que les da verdadero pan del cielo.
Buscando señales, razonamientos, argumentos, demostraciones nos pasamos la vida, mientras el amor, la solidaridad, la fraternidad siguen siendo asignaturas pendientes que necesitan mas de hechos y de caminar hacia delante, que estar volviendo la vista atrás y buscando las ideas donde poder sustentarlas.
Por otro lado, ¿eran sus palabras promesa de la Eucaristía? Puede ser, siempre que no la entendamos como un mero rito, sino como la actualización de lo que hoy mismo nos dice el texto: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre”. Como en otro día dirá que es la luz o la sal del mundo. Se trata de una adhesión personal y de un seguimiento. De la opción por una persona, para lo cual habrán muchos medios que nos podrán ayudar, pero no debemos quedarnos en el medio por el medio. ¿Cuáles son tus obras?, le preguntaban. ¿Cuáles son tus obras?, nos preguntarán.
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