Buscando la luz
Reflexiones creyentes


Inicio
Enviar artículo

Acerca de
Suscríbete al blog

Categorías
General [4] Sindicar categoría
Comentarios al Evangelio [747] Sindicar categoría
Reflexiones creyentes [42] Sindicar categoría
Testimonios [6] Sindicar categoría
Textos [8] Sindicar categoría

Archivos
Mayo 2010 [5]
Abril 2010 [5]
Marzo 2010 [7]
Febrero 2010 [6]
Enero 2010 [16]
Diciembre 2009 [22]
Noviembre 2009 [19]
Octubre 2009 [19]
Septiembre 2009 [6]
Agosto 2009 [8]
Julio 2009 [4]
Junio 2009 [15]
Mayo 2009 [20]
Abril 2009 [25]
Marzo 2009 [24]
Febrero 2009 [22]
Enero 2009 [24]
Diciembre 2008 [27]
Noviembre 2008 [24]
Octubre 2008 [26]
Septiembre 2008 [17]
Agosto 2008 [24]
Julio 2008 [23]
Junio 2008 [30]
Mayo 2008 [30]
Abril 2008 [30]
Marzo 2008 [31]
Febrero 2008 [29]
Enero 2008 [31]
Diciembre 2007 [31]
Noviembre 2007 [29]
Octubre 2007 [31]
Septiembre 2007 [25]
Agosto 2007 [20]
Julio 2007 [30]
Junio 2007 [31]
Mayo 2007 [29]
Abril 2007 [12]

Sindicación (RSS)
Artículos
Comentarios

 


Busquen y hallarán

(Mt 7,7-12):  En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan! Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas».

 

Dos mensajes importantes en el texto de hoy: la necesidad de orar, y la necesidad de un comportamiento ético con los demás basado en un principio natural de sentido común “haz con los demás, lo que quieras que hagan contigo”.

 

Y por otra parte: pidan, busquen, llamen y se les dará, hallarán y se les abrirá. Y el ejemplo para rubricarlo: si nosotros lo hacemos con nuestros hijos, como no lo va a hacer El con todos nosotros. Fundamentalmente, porque tiene un corazón más grande que nosotros.

 

Si estos días anteriores se ha insistido en el compromiso, en la acción, en el cambio, hoy se nos dice que todo ello ha de ir acompañado de la oración, del agradecimiento, de la contemplación o/y de la súplica. Ambas cosas unidas. Lo hemos comentado ya en varias ocasiones. Y hace poco Jesús nos recordaba como hacerlo, si no sabíamos: con el Padre Nuestro en los labios y saliendo del corazón, sintiendo cada palabra y cada frase con todo su sentido e interpretación positiva. Es más en muchas ocasiones, en todas prácticamente, no necesitamos rompernos la cabeza para saber que pedir a Dios. Ya El sabe, con antelación, lo que más necesitamos, lo que nos hace falta. Y a veces es valor y motivación para hacer las cosas por nosotros mismos y con nuestras fuerzas. La llamada de Jesús hoy a esa oración es como darnos un pan para alimentarnos, pues es la comida más importante de nuestro espíritu para hacerlo fuerte ante los avatares de la vida.

 

Y ¿qué hemos de pedir o buscar? Cada uno ve en su interior. Pero hay algo que necesitamos cada uno y también nuestro mundo: la paz, la verdad, la justicia. Hay hambre de paz a nuestro lado, paz consigo mismo, paz con los demás, paz en los pueblos sobre todo en los que están en guerra. Puede haber quienes no le interese, puede haber incluso quienes se lucren con ella, y que no la buscan pues no les reporta nada para sus intereses comerciales. Pero la gente de buena voluntad, que somos la mayoría, la necesitamos. La paz para este mundo es como las gafas que necesitamos para ver. Cuando éstas se nos pierden, las buscamos a tientas para poder seguir observando y viendo la realidad. Lo mismo habríamos de hacer con la paz: la paz en nuestro interior, la paz con los demás, la paz entre los pueblos. Pidámosla, busquémosla, gritemos por ella y la encontraremos. Hace falta para ello tener confianza en nosotros, en los demás, y, sobre todo, en Dios.

 

Y también necesitamos verdad, y que nos liberen de mentiras que nos engañan y manipulan. Pero la paz puede ser la causa y consecuencia que nos lleve también a la verdad. Porque, no lo olvidemos, está también el principio natural que Jesús hace suyo: lo que quieras que hagan contigo, hazlo tú con los demás.

 

Por María Consuelo Mas y Armando Quintana - 14 de Febrero, 2008, 12:22, Categoría: Comentarios al Evangelio
Enlace Permanente | Referencias (0)




<<   Febrero 2008  >>
LMMiJVSD
        1 2 3
4 5 6 7 8 9 10
11 12 13 14 15 16 17
18 19 20 21 22 23 24
25 26 27 28 29   

Enlaces
eGrupos
ZoomBlog

Otros blogs
Para ser diferentes
Pequeñas semillitas
Restauración de lo alto
Testigos del Evangelio

 

Blog alojado en ZoomBlog.com