Buscando la luz
Reflexiones creyentes


Inicio
Enviar artículo

Acerca de
Suscríbete al blog

Categorías
General [4] Sindicar categoría
Comentarios al Evangelio [747] Sindicar categoría
Reflexiones creyentes [42] Sindicar categoría
Testimonios [6] Sindicar categoría
Textos [8] Sindicar categoría

Archivos
Mayo 2010 [5]
Abril 2010 [5]
Marzo 2010 [7]
Febrero 2010 [6]
Enero 2010 [16]
Diciembre 2009 [22]
Noviembre 2009 [19]
Octubre 2009 [19]
Septiembre 2009 [6]
Agosto 2009 [8]
Julio 2009 [4]
Junio 2009 [15]
Mayo 2009 [20]
Abril 2009 [25]
Marzo 2009 [24]
Febrero 2009 [22]
Enero 2009 [24]
Diciembre 2008 [27]
Noviembre 2008 [24]
Octubre 2008 [26]
Septiembre 2008 [17]
Agosto 2008 [24]
Julio 2008 [23]
Junio 2008 [30]
Mayo 2008 [30]
Abril 2008 [30]
Marzo 2008 [31]
Febrero 2008 [29]
Enero 2008 [31]
Diciembre 2007 [31]
Noviembre 2007 [29]
Octubre 2007 [31]
Septiembre 2007 [25]
Agosto 2007 [20]
Julio 2007 [30]
Junio 2007 [31]
Mayo 2007 [29]
Abril 2007 [12]

Sindicación (RSS)
Artículos
Comentarios

 


Negarse a si mismos

(Lc 9,22-25):   En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día». Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?».

 

Parece algo diferente al mensaje de ayer, de crear un hombre nuevo. Pero no es más que la consecuencia. Si queremos hacer nacer alguien nuevo en nosotros, tenemos que dar muerte a lo viejo que anida en nuestro interior. Y ahí va el “niéguese a si mismo” como “el que pierde su vida por mí la salvará”. Igual que Jesús: sufrirá pero será glorificado. Igual que el niño pequeño: comienza a caminar sufriendo múltiples caídas y resbalones. Igual que el deportista: solo renunciando a muchos caprichos podrá obtener resultados ganadores. Es hasta de sentido natural. Morir para resucitar. Dar muerte al hombre viejo para que aparezca el nuevo. Lo ha hecho mucha gente, muchos motivados por el seguimiento de Jesús; otros, motivados por una ética natural.

 

Negarse puede resultar negativo y es una palabra que suena con dureza. Pero eso es convertirse, cambiar de vida. Lo que se nos decía ayer. Pasar del “yo” a la fraternidad, pasar del “distinto” a la igualdad, pasar de lo “injusto” a la justicia. Y todo ello requiere renuncias, cambiar el sentido de la vida, no vivir para la ambición y el consumo, no estar interesado solamente en el éxito personal sin tener en cuenta las mejoras sociales para todos. Quizá la tarea cuaresmal sea pensar y encontrar cómo puedo donar mis talentos, a quien o quienes puedo servir y ayudar, como puedo dar mi tiempo, mi consejo, mi afecto. Y en esa entrega, que es algo positivo, va la negación del propio egoísmo, que nos aparece como algo negativo, brillando la señal y el gozo del cambio.

Por María Consuelo Mas y Armando Quintana - 7 de Febrero, 2008, 12:47, Categoría: Comentarios al Evangelio
Enlace Permanente | Referencias (0)




<<   Febrero 2008  >>
LMMiJVSD
        1 2 3
4 5 6 7 8 9 10
11 12 13 14 15 16 17
18 19 20 21 22 23 24
25 26 27 28 29   

Enlaces
eGrupos
ZoomBlog

Otros blogs
Para ser diferentes
Pequeñas semillitas
Restauración de lo alto
Testigos del Evangelio

 

Blog alojado en ZoomBlog.com