|
Seguid rezando el rosario para obtener el final de la guerra
Ese día estaban reunidos en Cova de Iría, entre 25.000 y 30.000 personas para ver la Aparición. La muchedumbre rezaba el rosario. Al mediodía, algunos vieron en un cielo azul sin nubes: un globo luminoso que se desplazaba lentamente del Levante hacia el poniente; y después de algunos segundos desapareció.
De nuevo, reapareció y esta vez se dirigió hacia el roble-verde. La luz de día disminuyó en ese instante. La Virgen, respondiendo a Lucía, dice: « seguid rezando el rosario para obtener el final de la guerra. En octubre, Nuestro Señor vendrá, así como Nuestra Señora de los Dolores, Nuestra Señora del Carmelo y san José con el Niño-Jesús; bendecirán al mundo. »
Por la conversión de los pecadores, los pastorcitos se habían puesto una cuerda alrededor de la cintura, que llevaban día y noche, lo que les hacía sufrir, pero Nuestra Señora les dice: « Dios está satisfecho de vuestros sacrificios, pero no quiere que durmáis con la cuerda. Llevadla solamente durante el día. »
A una petición de curación para una niñita sordo-muda, Nuestra Señora respondió: « dentro de un año, irá mejor. » Luego, a otras peticiones dice: « curaré a unos, pero a otros no, porque Nuestro Señor no se fía de ellos. »
Lucía le propuso aceptar dos cartas y un pequeño frasco de agua de olor que le había dado un hombre de una parroquia próxima, pero Nuestra Señora respondió: «esto no conviene para el Cielo En octubre, haré el milagro, para que todos crean ». Entonces comenzó a elevarse y desapareció como las veces anteriores. 
|
|